¿Acaso la EDUCACIÓN y la TECNOLOGÍA no son aliados inseparables?
Adaptar la tecnología en las aulas implica llevar hasta estas la sociedad, una sociedad llena de recursos y herramientas que debemos facilitar a los alumnos para que sean capaces de crear su propio proceso educativo, un proceso en el que ellos deben ser el único epicentro y en el que nuestro papel como docentes va ligado única y exclusivamente a acompañarlos, en vez de guiarlos.